domingo, 25 de septiembre de 2016

Flipped Classroom: carta a los padres

Aunque no conozcas el término flipped classroom o aula al revés, seguro que alguna ya te has enfrendado a él en las clases de Geografía e Historia. Consiste realizar en casa aquellos deberes que se pueden llevar a cabo de una manera automática y sin la presencia del profesor. Por ahora la aceptación entre los alumnos es muy considerable. Es hora de que pasemos a la acción y conquistemos también a vuestros padres. 

Vamos a comenzar explicándole un poco qué es lo que estamos haciendo en clase. Dentro podcast




Las causas de esta  nuevo modelo se basan en la innegable generalización de las actividades multitarea. Muchos alumnos ven la televisión al mismo tiempo que navegan por internet en sus portátiles y tabletas, otros revisan el whatsapp mientras se encuentran con otros alumnos, instagram se está convirtiendo en un escaparate más importante que la propia vida. Por esa razón, a los alumnos cada vez les resulta más difícil dedicar toda su atención a las explicaciones, sobre todo si estas se extienden a lo largo de una sesión de aula de una hora, o incluso de media. Cuando además hablamos de grupos de entre 20 y 30 alumnos, resulta todavía más difícil mantenerlos a todos centrados, en silencio y sin que se distraigan los unos a los otros.
La clase al revés es una metodología que nace para subsanar esta dificultad, que en ocasiones es fuente de frustración tanto para el profesorado y para el alumnado, pero va más allá de ser una simple solución a un problema. Además, como veremos en la sección Cómo se aplica, facilita la atención a la diversidad y, por tanto, que el proceso de enseñanza-aprendizaje pueda personalizarse implicando al mismo nivel, tanto a los alumnos con capacidades superiores a las de la media, como a los que tienen dificultades en algunos aspectos que les impiden seguir el ritmo de la mayoría.


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